Han pasado meses desde la última vez que escribí aquí. No porque no tuviera nada que decir, sino porque estaba en pleno proceso… de cambio, de lucha, de crecimiento. Y ahora, después de tanto remar en aguas revueltas, empiezo a notar que el barco avanza.
Durante mucho tiempo me sentí perdido, dudando de mí mismo, cargando con miedos, fracasos y la sensación constante de no estar a la altura. Hubo días en los que pensé en rendirme. Días en los que parecía que todo esfuerzo era en vano. Pero no me rendí. No solo por mí, sino también por quienes han creído en mí incluso cuando yo no lo hacía. En especial, por Eva. Su apoyo silencioso, su empujón cuando mis fuerzas flaqueaban, su fe cuando la mía se agotaba.

Hoy puedo decir que algo está cambiando. No hablo de dinero, ni de cifras, ni de cosas materiales. Hablo de esa sensación interna de haber superado una etapa oscura. De mirar atrás y ver que cada paso, por pequeño que fuera, me ha traído hasta aquí. Ahora empiezo a sentirme más seguro, más yo. Más fuerte.
Este no es un mensaje para presumir. Es un mensaje para recordar —a mí y a quien lo necesite— que aunque todo parezca cuesta arriba, aunque uno se sienta solo o sin rumbo, a veces lo único que se necesita es seguir. Seguir y rodearse de las personas adecuadas.
Y si estás en ese punto de querer rendirte… aguanta un poco más. Quizás lo que buscas está más cerca de lo que imaginas.
Gracias lectores por apoyarme todo este tiempo y espero estar más activo, aunque soy consciente de que siempre lo digo y nunca lo hago, se os quiere y sed buenos
©Copyright by Senderosdelavida

Albert Enríquez

Un paseo por las nubes
Read Article
La pandemia Infinita
Read Article